Que a uno le despidan por andar mirando páginas guarras es relativamente normal. Y ante eso, hay muchas defensas posibles. Anota algunas: "pinché el enlace equivocado", "tengo un virus en mi PC" y "todo el mundo lo hace". Lo que no es tan normal es plantear una defensa legal dándole la vuerta a la tortilla por completo, y poniendo para colmo, encima de la sartén, a IBM. Es lo que acaba de hacer un ex empleado del gigante informático, que asegura que no pueden culparle de visitar un chat para adultos por que es adicto a Internet. Por si el argumento fuese poco estrafalario, el tipo añade que ese tipo de páginas le sirven para tratar el estrés traumático que sufre desde que en 1969 vio morir a su mejor amigo durante una patrulla en Vietnam (razonamiento: del trauma, a la adición al sexo, y de ésta, a la adición a Internet). No es un capítulo de 'Los Simpson'. La historia es completamente real. Tan real como los 5 millones de dólares (unos 3,8 millones de euros) que James Pacenza le pide a IBM por su falta de tacto. Es dificil decidir si se merece una colleja, o una medalla.
El Pais
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