Ayer saqué del armario el disfraz de dominguero y fui a Brighton, ciudad al sur de Londres con muchos aires a Benidorm. Estoy siendo generoso, en Benidorm creo que los granos de arena no son del tamaño y consistencia de pelotas de golf. Menuda tomadura de pelo, menos mal que llevaba calzado de montaña.
Intenté hasta los fish and chips (pensé que era un buen lugar para darle una última oportunidad pero no puede sacarme de la cabeza el comentario de Jules en Formula 51)
Menudo desastre. Ni siquiera fui capaz de localizar los acantilados de Quadrophenia, tuve que conformarme con la ceremonía bajo el muelle de estos cuatro indios de la que incluyo sólo un trocito puesto que debieron estar así sobre una hora (Nota mental, el día que las pruebe intentare no limitarme a dar vueltas en circulos).
Lo más gracioso fue sin duda el "pier"
Es el primer bicho de estos que veo donde hay que cruzar un "casino" para llegar al fondo. Menudos cachondos.
En fin, no me extraña que estén invadiendo la costa española. No había demasiado de interés, pero teneis fotoreportaje en flickr. Por lo menos el viaje ida y vuelta fue divertido.
